El día 1º de enero de 1884 inmigrantes italianos radicados en la localidad de Atalaya fundaron la “SOCIETA DI MUTUO SOCCORSO IL LEONE DE CAPRERA”, pero por una indicación de Personas Jurídicas en el año 1934, se debió cambiar el nombre y resulto Sociedad Italiana de Socorros Mutuos Atalaya, en la comuna bonaerense de Magdalena, con el propósito de cooperar para mantener vivo entre sus asociados el culto a la gloria y tradición argentina e italiana, infundir conceptos de sincero respeto a las leyes del país, fomentando los vínculos espirituales que unen a ambos países.
De los preceptos fundacionales se desprende que los propósitos que guiaron a esos hombres a formar la sociedad eran los de reunir a sus compatriotas y su familia para transmitir y afianzar los valores, costumbres, tradiciones que consideraban importantes, que querían preservar para transmitírselo a las futuras generaciones, tales como la honestidad, la unión de la familia, la educación, la solidaridad, la cultura del trabajo, pilares fundamentales para construir el basamento social.
Con estos sanos principios, estos hombres de bien se integraron amalgamándose con los nativos del lugar y formaron nuevas familias, se relacionaron entre ellas, e impregnaron a la sociedad toda de sus costumbres y valores al punto de constituir actualmente como propios de los argentinos muchas de las husanzas, promoviendo la reunión familiar, tanto para el trabajo como para la diversión y el esparcimiento, incorporando comidas típicas a nuestra alimentación de hoy y haciendo suya como propia la patria que los cobijara a la que, a la vez, le brindaron el esfuerzo del trabajo y dejaron hijos continuadores de los mismos principios y valores que les inculcaron, traduciéndose ello en emprendimientos de todo tipo, agrícolas, industriales, empresarios, comerciales y profesionales, base del desarrollo de los pueblos.
La sociedad italiana de Atalaya, denominada como de “socorros mutuos” otorgaba en sus orígenes a sus socios y a toda su familia la atención médica y farmacológica a modo de mutual; respaldaba íntegramente a los nuevos inmigrantes facilitándoles vivienda, alimentos, gestionándole una rápida actividad laboral para permitirle su inserción social y les proporcionaba un espacio digno en su destino final a través del Panteón que la sociedad tiene actualmente en el Cementerio de Magdalena, fundado en el año 1903.
Para el cumplimiento de todos sus objetivos propuestos levantaron e inauguraron el día 25 de septiembre de 1887 , la sede de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos de Atalaya en la calle principal del pueblo, realizando una admirable fachada, con una bella estructura arquitectónica exterior y un loable trabajo artesanal en los techos interiores, revestidos en madera tallada que son una verdadera obra de arte que vale la pena conservar, y un amplio escenario donde desarrollaban exhibiciones de teatro vocacional y manifestaciones artísticas y culturales de distinto tenor.
La sede social se constituyó en el edificio más antiguo de Atalaya , incluso más antiguo aún que la Iglesia de Santa Rosa, Patrona del Pueblo, levantada dos años después a solo cien metros de distancia y con una estructura de fachada muy similar a la de la sociedad. Este edificio fue testigo de las épocas de mayor esplendor de Atalaya y en él se realizaron todo tipo de reuniones sociales, artísticas, de esparcimiento, teatrales, actividades muchas de ellas compartidas con los habitantes del lugar, fueren o no socios, italianos o de cualquier nacionalidad, favoreciendo la integración que dio origen a la realidad étnica resultante en la actualidad, permitiendo el intercambio y enriquecimiento de culturas, tradiciones, costumbres, al punto de ser la sociedad italiana la principal fuente de formación de los habitantes actuales de nuestro suelo.
La actual Comisión Directiva, consciente de la riqueza histórica, cultural, edilicia, espiritual y afectiva que le toca administrar, se ha marcado el firme propósito de impulsar su reconstrucción, recuperar la actividad social y cultural, para preservar su edificación, asegurar y ampliar los objetivos propuestos por los fundadores en su formación para permitir el uso y disfrute de la sociedad actual y transmitir estos tesoros como legados a las futuras generaciones.
En esa empresa nos encontramos hoy, hemos finalizado las obras de construcción de los sanitarios del edificio social, habilitando baños amplios, modernos, funcionales, para ambos sexos.Se ha cambiado el antiguo piso de madera, por cerámicos, se ha hecho una nueva instalación eléctrica, cumpliendo con todas las normas de seguridad actuales.Planeamos terminar de construir en breve una galería exterior, ya se ha recuperado el escenario del salón principal para desarrollar actividades culturales de cualquier índole, entre ellas teatro vocacional, realizado por un conocido grupo de teatro de la comunidad, hoy socios de la entidad, denominado “EL MUELLE”, que presentara con éxito obras artísticas.
Además, está funcionando en nuestro salón social la Escuela de Taekwondo-do Atalaya, donde se instruyen niños, jóvenes y adultos, de nuestra comunidad y de pueblos vecinos. Para concluir los integrantes de la actual comisión, como los de las anteriores, pensamos que bastante se ha hecho, nos parece poco, falta mucho y nada será suficiente para lo que idearon nuestros antepasados y se merece nuestro pueblo.